martes, 26 de enero de 2010

Una protesta desde el 15%

Por Augusto Álvarez Rodrich
alvarezrodrich@larepublica.com.pe

Lima no debe ser vista como un premio consuelo

La proliferación de candidaturas para la alcaldía de Lima es señal de que algunos partidos no están prestando atención a los planes y liderazgo que requiere una ciudad llena de problemas, y que solo ven esta competencia como la oportunidad para avanzar políticamente pero sin una visión que haga de la capital un mejor lugar para vivir.

La gestión de Luis Castañeda tiene varios méritos que se deben reconocer, principalmente alrededor de las inversiones en infraestructura, algunas ya concluidas y otras demoradas para coincidir con el calendario electoral. A mí me parecen particularmente valiosos los parques pues ayudan a mejorar la calidad de vida de la población más pobre y a elevar su autoestima.

Seguramente por todas esas obras, el alcalde Castañeda posee una aprobación tan alta de 85% –según Ipsos-Apoyo– en el momento actual, la cual es parte de una trayectoria consistente alrededor de ese porcentaje durante los últimos años.

Permítanme, sin embargo, discrepar de la gran mayoría que aprueba al alcalde para ubicarme en ese 15% que piensa diferente, y que, sin dejar de reconocerle méritos, cree que la gestión de Castañeda no ha contribuido a forjar algo que es indispensable y que la organización Ciudad Nuestra define en su reciente evaluación de la gestión metropolitana como “la construcción de un liderazgo metropolitano más allá de la gestión bilateral entre el alcalde provincial y algunos distritales”.

Asimismo, además de la poca transparencia observada en estos años, la gestión de Castañeda evadió, por oportunismo político, las obligaciones que tiene como presidente de la región Lima Metropolitana, al igual que el papel ineludible que le compete en temas que no le interesaron ni un pepino como, por ejemplo, de un modo clamoroso, la seguridad. En resumen, Lima tiene problemas graves que demandan planes y un estilo de liderazgo diferente al de los siete años pasados.

Por ello, es preocupante que proliferen tantas candidaturas para el municipio de Lima orientadas por el criterio de entender este puesto crucial como una especie de premio consuelo para los que no tienen espacio en la competencia presidencial o para otros buscadores de chamba en la política.

Lourdes Flores, Alex Kouri, Fernando Andrade, Luis Iberico, Susana Villarán, Absalón Vásquez, Luisa María Cuculiza, Pedro Pablo Kuczynski, Alberto Tejada, Jaime Salinas, Juan Sheput, Nidia Vílchez, Gustavo Pacheco, Luis Rubio, son algunos de los nombres voceados y lanzados en estos días. ¿Cuántos de ellos tienen realmente un plan y vocación para sacar Lima adelante, y quiénes son solo unos oportunistas políticos? Ojalá que el elector sepa distinguirlos.

(¿hay coincidencia con lo que se ve en la contienda electoral de la region lima y Cañete?, si la hay, distingamos lo bueno de lo malo, Edgard Cama.)

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