Por: Aldo Mariátegui
Personalmente, considero muy trágico para el país que Humala esté, por ahora, liderando la encuesta que presentamos. Esto sólo va a traer desazón entre los agentes económicos y puede hasta frenar en seco el crecimiento económico que venía tan boyante este año, pues las inversiones en marcha posiblemente se congelen desde hoy hasta ver quién ingresa a la segunda vuelta. Si el chavista lo consigue, pues vamos a tener dos meses de economía parada hasta que el ballotage defina al ganador. Y si Humala triunfase finalmente, pues no quiero ni pensar en el Apocalipsis económico que tendríamos; retrocederíamos al modelo velasquista y tiraríamos al tacho todo lo tan penosamente ganado desde la década de los 90. Así Humala, como el ecuatoriano Lucio Gutiérrez, termine dando una vuelta en U en cuanto a su rojísimo ideario económico (algo muy improbable. ¡Tendría hasta que divorciarse de la mucho más roja Nadine!), al mercado le tomaría mucho tiempo aprender a confiar en él, además de que sería prisionero de una bancada congresal propia, que esta vez anda repleta de ultras tipo Javier 0.5% Canseco, "cochebomba" y otros que sólo saben destruir. Si bien sospecho que el sondeo de Datum de la semana pasada -que hasta ahora cuestiono. Esos números de Torrado fueron fundamentales en esta subida de Humala- le ha ayudado mucho a ascender al 18% en Lima, la plaza que le era más arisca, lo cierto es que todo apunta a que el candidato chavista-lulista (¿Por qué Brasil tiene que meter las narices así en nuestras elecciones? ¿Quiere asegurarse las hidroeléctricas en la selva peruana?) se ha expandido fundamentalmente con base en la caída de Toledo, al igual que PPK (que también se ha alimentado de Castañeda). Y me imagino que Toledo debe estar perplejo, preguntándose qué hizo tan mal como para llegar al récord de perder 12 puntos (y contando) en tan corto tiempo. ¡Ni que se hubiera descubierto que era espía chileno o algo así! Se fue por el tobogán. Es más, intuyo que ya le cayó el huaico y que va a seguir bajando, porque la tendencia de caída libre es clara y aún no encuentra su "piso" para de allí intentar remontar. La misma impresión, en versión más lenta y con más "voto duro", me está dando Castañeda. Curiosamente, los dos que le ganaban más fácil a Humala en la segunda vuelta son aparentemente, por ahora, los que más se alejan de ésta. Porque tengo mis serias dudas de que PPK derrote a Humala en el ballotage. Keiko sí le gana tranquilamente, pero no PPK (en nuestro sondeo apenas le empata al chavista). Claro, lo ideal sería que todos los candidatos antichavistas se pongan de acuerdo para dirimir quien los unifique y se acabe esta atomización que ha favorecido a Humala, pero eso es ciencia-ficción. Ninguno va a deponer sus ambiciones. La cordura y la lógica no son parte de la política peruana. Si lo fueran, no tendríamos a un tipo así en el primer lugar y al resto tan dividido. ¿Qué debe hacer entonces un elector responsable, patriota y pensante, uno que no quiere que su país se vaya a la mierda? Pues dirigir su voto hacia los dos candidatos antichavistas que tengan la mayor opción de pasar a la segunda vuelta (sea por tendencia de crecimiento, sea por resistencia), porque ahora lo importante con el voto es impedir que Humala pase a ésta y así que todos respiremos tranquilos: un ballotage antichavista/chavista nos polarizará y nos envenenará hasta el último minuto, más aún con esos JNE y ONPE tan inoperantes y lentos que tenemos. Triage es un galicismo que usan los médicos y militares como pauta extrema para concentrar recursos que en algún momento son muy escasos para dedicarlos solamente a los pacientes que tengan más posibilidades de salvarse. Ya los votantes estamos en tiempo de triage.