martes, 31 de agosto de 2010

LA OPINIÓN DE UN RETRÓGRADA

El otro electarado

Aldo Mariátegui

Durante días estuve pensando cuál podía ser la razón de que tanta gente en el sector A de nuestra sociedad -supuestamente el mejor nutrido, educado, etc...- pueda ser tan imbécil, tan suicida, de votar por una roja con tantas limitaciones como Susana Villarán, que además de estar rodeada de Patria Roja y oenegeístas, ha propuesto puros disparates.

No entendía por qué estos suicidas se disparaban a los pies así, votando incluso contra sus propios intereses.

Un amigo me comentaba que uno vota por aquello con lo que se identifica y Villarán es la típica pituca de acento villamariano, mientras que la clasemediera Lourdes (una "huachafa" samborjina para ellos) se había desprestigiado con Cataño, así que era natural que visceral y no racionalmente voten por ella, tal como muchos "cobrizos" sureños por Ollanta. Es un voto tribal, nada pensado. Un voto de "electarado", pero de descerebrados de arriba.

Igual, no me cuadraba que una roja como Villarán encabezase las preferencias del sector A, me negaba a aceptar que pudiesen ser tan estúpidos. "Pero lo son", me decía otro amigo. "¿Acaso el voto por Meier contra Salmón en San Isidro no se decidió porque el primero tenía un hijo actor? ¿Acaso no están por reelegir a Salmón a pesar de contratos como el de Relima y pese a que en su gestión no pasó de ser un cosmetólogo que adornaba nomás y no solucionaba los temas de fondo, que rompió Dasso para pintarlo de rojo en lugar de arreglar el problema del estacionamiento y que se dedicó a hacer vagar un monumento al clip por todo el distrito? Revisa los ratings... ¿No son ellos los que más consumen los programas faranduleros y sangrientos? No leen ni se culturizan. No leen periódicos o sólo miran las secciones 'Sociales' y 'Necrológica' de El Comercio y hablan puras huevadas en 'Eisha'. Ya esos 'Riva-Agüeros" eruditos, esos oligarcas civilistas cultos y hábiles, cuyos nombres adornan tantas calles limeñas por sus logros y cultura, hace rato que se extinguieron y éstos son sus cachorros".

La última frase me quedó dando vueltas por la cabeza, hasta que me acordé de una interesante conversación con un hematólogo (especialista en sangre) años atrás y di con la respuesta. Resulta que había acompañado a una pareja amiga mía -muy pituca y de apellidos compuestos- por un mal raro donde este especialista. A los pocos días me encontré con el médico y le pregunté por qué tenían este mal. "Bueno, me dijo, yo tengo mi teoría con Lima. Resulta que este sector pituco se ha mezclado muy poco con otros desde la Colonia. Se han casado entre ellos y no han renovado su banco sanguíneo. Acuérdate de que por racismo apenas se han mezclado con la raza local y aquí han venido pocos emigrantes y muchos de éstos -como japoneses, judíos y árabes- sólo se casaban entre ellos y a los negros ni los miraban. Eso de 'todos tienen de inga o de mandiga' es muy periférico, sólo se daba en las haciendas. De Europa llegó muy poco, salvo alguito de italianos. Algo se han mezclado con éstos, pero recuerda que eso fue recién a partir de los años 40, que antes a los 'bachiches pulperos' los veían como cualquier cosa y los abrían. Es un caso típico de 'inbreeding', de banco sanguíneo que no se ha renovado, y eso genera por ejemplo dementes cojos espantosos y violentos con asimetría facial, o sujetos brutos, estériles, bajitos, con males raros y taras, como le pasa a la nobleza europea. Pregúntale a cualquier criador de perros, que allí sucede lo mismo. No ha habido 'purga genética' y estos pitucos sufren de un 'population bottleneck', son homocigóticos. Es como cuando dicen que los osos polares y los tigres no se van a extinguir porque persisten ejemplares en los zoológicos. ¡Falso! Vas a tener una masa crítica de individuos muy pequeña para aparearlos con respecto al banco sanguíneo necesario para que la especie subsista sana. ¡No te das cuenta cómo antes salía gente muy hábil de allí y mira a sus descendientes! Por eso Velasco se los almorzó tan fácil, ya estaban decadentes y no supieron defenderse de un militarote tan elemental. O mira lo brutos que fueron todos los de esa generación de pitucos sesenteros que se metieron a rojos por rebeldes renegados y han llegado a viejos dando pena, cuando tenían todas las posibilidades de irse a perfeccionarse afuera, a Oxford o Princeton, y luego hacer algo interesante por su vida y su país. ¡Dios le da barba a quien no tiene quijada y pan al desdentado! Por eso a algunos de estos pitucos, como los Buendía de García Márquez, sólo les falta nacer con la colita de chancho".

P.D. ¡Gracias, recordado hematólogo! ¡Ahora ya entiendo por qué Susana Villarán está arrasando en el suicida sector A! Quieren inconscientemente autodestruirse para propiciar una purga genética. La naturaleza es sab

Kouri: entre la política y el derecho


Por: Enrique Bernales Ballesteros, Jurista


La resolución del JNE que deja a Álex Kouri fuera de la contienda electoral municipal pone fin a un progresivo deterioro de su candidatura, que fue afectada desde el inicio de su nominación a la Alcaldía de Lima. ¿Cómo un político de la inteligencia y experiencia de Kouri pudo llegar a este desenlace que lo elimina de una contienda en la que había logrado interesar a un 25% del electorado?

¿Dónde radicó el problema? Se abren dos escenarios para responder a esta cuestión: El primero analiza como hipótesis una suma de graves errores políticos cometidos por Kouri que lo llevaron a la situación de ser retirado como candidato a la municipalidad de Lima. El segundo se centra exclusivamente en un raciocinio jurídico que no podía tener otro desenlace que el que acaba de ocurrir.

Veamos la hipótesis de los errores políticos de Kouri, que son a mi juicio los principales causantes de la decisión del JNE. En efecto, un recorrido exhaustivo del proceso que lleva al presidente del gobierno regional del Callao a cambiar lo cierto (su reelección como presidente regional), por lo dudoso (su elección como alcalde de Lima), repara necesariamente en una suma de sucesivos errores políticos.

Lo primero que cabe señalar es que Kouri careció de una acertada asesoría política. Ningún político, por iluminado que sea, puede hacerlo todo por sí mismo. La política moderna requiere de equipos especializados que realicen estudios previos del mercado electoral, establezcan perspectivas y necesidades, midan riesgos, determinen el prototipo de una campaña, propongan un modelo de comunicación y un mensaje que logre conectar al candidato con el electorado. Esos especialistas, convertidos en asesores inteligentes y no en simples compañeros de viaje son los que tienen la obligación de darle consistencia y viabilidad a una candidatura; tienen que convertirla en creíble, dotarla de los aparatos de organización necesarios y, sobre todo, estudiar la legalidad vigente de modo de no tropezar con ella.

La falta de asesoría política cabal llevó a Kouri a errores como los siguientes: no evaluar adecuadamente la conveniencia de ir a la reelección en el Callao, antes de aventurarse a ser candidato por Lima sin un estudio previo de ubicación, realidad diferenciada de Lima y capacidad legal de ser candidato por la capital. En segundo lugar, no tomar conciencia de la imposibilidad de ser candidato cuando no se cuenta con organización propia o con un nivel adecuado de alianzas políticas; en este tema su candidatura fue errática, prescindió de su propia organización en el Callao y caminó sin rumbo de una organización política a otra, para terminar siendo el candidato de un vientre de alquiler, hecho que disgustó a gran parte del electorado limeño.

Otro error fue no sincerar su posición con el electorado fujimorista, que era realistamente su base de sustento próxima en Lima. Es probable que los votos que Kouri perdió durante su campaña provinieran de fujimoristas desencantados de su ambigüedad en su relación con ese sector del electorado. Se debe considerar también el desconocimiento de la legislación electoral, que en diversos aspectos ponía trabas y reparos a una candidatura que, quizás, en otros tiempos pudo pasar, pero no ahora en que el país se encamina hacia un Estado de derecho más veraz y donde la igualdad ante la ley es principio básico