martes, 2 de marzo de 2010
Nada es imposible si uno se atreve a surfear en la ola más gigante
PERUANO VILLARÁN CORRIÓ UNA OLA GIGANTE PROVOCADA POR EL TERREMOTO EN CHILE
Gabriel Villarán, quien se coronó el tercer mejor tablista del mundo el año pasado en el Mundial ISA, se enfrentó a esa enorme crecida el domingo, en el campeonato de ola grande Todos Santos en México. El peruano cogió unas impresionantes olas de 9 y 10 puntos en su primera serie con lo que superó a Mark Healey, el que después ganó del campeonato, según el relato de Roger Velasco, al portal olasperu.com.
En la segunda serie Villarán no pudo reeditar su actuación y se quedó en las semifinales, pero se llevó el premio a la ola más grande del campeonato. Según especialistas en surf, la ola inusualmente grande que del peruno pudo haber sido producto de las ondas generadas por el terremoto en Chile la madrugada del sábado. El peruano se atrevió a enfrentarla y la venció
(El Comercio)
El reto del TLC con China
El tratado de libre comercio (TLC) con China entró en vigencia ayer, abriendo para las exportaciones peruanas un mercado interesante pero todavía inexplorado. Superada la etapa de negociaciones, que no fue tan prolongada como en los casos de otros tratados similares, la fase que se viene será todo un reto puesto que involucrará conocer a quienes son los potenciales consumidores de nuestros productos.
Aunque se destaca que China es un mercado de 1,200 millones de personas, lo cierto es que son cientos de millones menos aquellos que tienen un poder de compra adecuado como para adquirir los bienes que el Perú podría venderles.
Por ahora no hay suficientes estudios de mercado y de análisis de demanda sobre las necesidades de los consumidores chinos y la disponibilidad de la oferta peruana para atender esos requerimientos; confiamos que se comenzarán a elaborar en el cortísimo plazo.
Y en esta etapa del TLC con China, es ocasión para recordar que la agenda interna para aprovechar los acuerdos comerciales sigue siendo una tarea pendiente del Gobierno, más aun cuando se acaba de concluir la negociación con la Unión Europea.
El rol de Estado debe ser tan importante como el que tuvo durante las negociaciones, puesto que la información es fundamental para tener negocios exitosos. Mientras las empresas nacionales no tengan la certeza de lo que el consumidor chino busca, será complicado satisfacer sus necesidades o crearles nuevas. El apoyo logístico también será clave, especialmente en cuanto a la infraestructura de transporte hacia los puertos y en los propios terminales, la mayoría todavía sujetos al control de organizaciones poco convencidas de los beneficios que trae la modernidad.
Y si se desconoce qué puede exportarse, lo que realmente tiene preocupados todavía a un sector de industriales peruanos es qué productos tiene pensado vender China en el Perú. Si bien buena parte de las confecciones no están sujetas a la desgravación arancelaria, existe temor por el ingreso masivo de otros bienes que podrían poner el jaque a las manufacturas nacionales.
En ese sentido, la Sunat e Indecopi tienen pendiente profundizar sus procesos para detectar e investigar prácticas vedadas por el comercio internacional. Ya estamos en carrera, pero hace falta más información.
(Editorial del Periódico Gestión)
Aunque se destaca que China es un mercado de 1,200 millones de personas, lo cierto es que son cientos de millones menos aquellos que tienen un poder de compra adecuado como para adquirir los bienes que el Perú podría venderles.
Por ahora no hay suficientes estudios de mercado y de análisis de demanda sobre las necesidades de los consumidores chinos y la disponibilidad de la oferta peruana para atender esos requerimientos; confiamos que se comenzarán a elaborar en el cortísimo plazo.
Y en esta etapa del TLC con China, es ocasión para recordar que la agenda interna para aprovechar los acuerdos comerciales sigue siendo una tarea pendiente del Gobierno, más aun cuando se acaba de concluir la negociación con la Unión Europea.
El rol de Estado debe ser tan importante como el que tuvo durante las negociaciones, puesto que la información es fundamental para tener negocios exitosos. Mientras las empresas nacionales no tengan la certeza de lo que el consumidor chino busca, será complicado satisfacer sus necesidades o crearles nuevas. El apoyo logístico también será clave, especialmente en cuanto a la infraestructura de transporte hacia los puertos y en los propios terminales, la mayoría todavía sujetos al control de organizaciones poco convencidas de los beneficios que trae la modernidad.
Y si se desconoce qué puede exportarse, lo que realmente tiene preocupados todavía a un sector de industriales peruanos es qué productos tiene pensado vender China en el Perú. Si bien buena parte de las confecciones no están sujetas a la desgravación arancelaria, existe temor por el ingreso masivo de otros bienes que podrían poner el jaque a las manufacturas nacionales.
En ese sentido, la Sunat e Indecopi tienen pendiente profundizar sus procesos para detectar e investigar prácticas vedadas por el comercio internacional. Ya estamos en carrera, pero hace falta más información.
(Editorial del Periódico Gestión)
NR:
El TLC con China entró en vigencia el día de ayer 1° de Marzo, y sorprende que el editorial del medio especializado en economía diga que no se ha hecho un estudio de mercado, que no se sabe en qué invertirán los exportadores peruanos y que no se sabe que traerán los chinos; esto refleja que el TLC ha sido hecha para favorecer la entrada de capitales chinos en el país y principalmente en la adquisición de materia prima, y la manera como se ha hecho es contraproducente toda vez que no se sabe como vamos a responder ante esa avalancha china.
El Perú se encuentra en una posición geográfica muy buena y de allí la importancia de los puertos peruanos, de su implementación con alta tecnológía, pues China marcha a ser la superpotencia económica del siglo XXI, (hoy es la tercera potencia, pisando los talones a Japón y dueña de más de la mitad del dinero norteamericano); y siendo la ruta más corta a China, el Perú debe de impulsar y desarrollar su industria, desarrollar su agricultura, tecnificarla, como pilares que muevan la economía del país, asi también darle la importancia al turismo (el Perú es privilegiado en ese sentido), solo pensemos si vienen solo 30,000 turistas chinos ¿dónde los alojamos?, ¿hay servicios que resuelvan este asunto?, indudablemente que el Perú no ofrece, ni tiene las condiciones hoy para hacerlo.
Podemos concluir que este ha sido un TLC para favorecer a los capitales chinos y otros bolsillos nativos; y lo que debemos hacer es organizarnos lo más que podamos para poder afrontar esta situación, en un contexto de competencia desigual y de proteger e impulsar la producción nacional.
El vuelo de García
Por: César Hildebrandt
Más huachafo que nunca, más sometido que nunca, más teatral que nunca, Alan García vuela a Chile, con autorización del Congreso del Perú, “para supervisar –según afirma la agencia oficial Andina- la entrega de la ayuda humanitaria enviada por el Perú”.
¿Supervisar la entrega de la ayuda humanitaria? ¿Para eso se necesita a un presidente de la república? ¿Es que García sospecha que la ayuda peruana pueda ser derivada a otras manos, como sucedió en Pisco con las donaciones extranjeras y, especialmente, con los 800,000 dólares aportados por el sindicato magisterial mexicano?
Más allá del insulto implícito en esa posible sospecha, García cree haber encontrado la ocasión perfecta para demostrar qué lazos de corazón y qué intereses cuantiosos lo ligan a Chile. Lo que no sabe es que los presidentes no hacen cosas como esta ni son del todo bienvenidos a la hora en que ha habido que balear a algunos de los cientos de saqueadores e imponer el orden, en Concepción, con cinco mil efectivos del ejército “autorizados a tirar a matar”.
Y justo en el momento en que Chile muestra su cara menos agradable, su tercermundismo caché, sus desigualdades maquilladas, sus vicios ocultos y su capacidad de ser brutal a la hora de exigirle a los pobres que esperen, justo, en ese momento, el inoportuno doctor García que padecemos hace maniobras para aterrizar en Santiago y salir en la foto de la catástrofe, a ver si le quita unos minutos de protagonismo a Hillary Clinton.
Bueno, no tengo duda de que la señora Bachelet será protocolar y bien educada y recibirá a García unos minutos (aunque para sus adentros reniegue de un metiche sentimental y de un oportunista lacrimógeno de tal calibre).
¿Es que Joselo, el Canciller de Cobre, no puede decirle a García que hay cosas que no se hacen?
No, no puede. Tiembla Joselo si tiene que decirle a García algo que le vaya a disgustar.
Mientras tanto, como si nada hubiera sucedido, LAN, la empresa del electo presidente de Chile (y ahora también de sus testaferros provisorios), amenaza al club peruano “Universitario de Deportes” con represalias severísimas si es que la “U” luce hoy, en su encuentro con Sporting Cristal, el logotipo de “Star Perú”.
“Star Perú” ha cerrado un trato con la “U”. Ese trato, sin embargo, contraría un contrato global firmado entre LAN y la apestosa “Asociación de Fútbol”, esa mafia que, usurpando intereses individuales, se ha comprometido a que ningún equipo de fútbol peruano luzca otro logo aéreo que no sea el de LAN.
La empresa peruana “Star Perú” es diminuta y su participación en el mercado, a partir de una flota rala, es marginal. Pero la Chilena LAN, con terremoto y todo, nos quiere imponer su virtual monopolio “por la razón o por la fuerza”.
Los directivos de la Asociación, que firman sobre cualquier línea punteada que huela a dinero, han hecho causa común con LAN y han amenazado a la “U” con suspender el torneo si “el contrato marco” no se respeta.
El problema, que podría tener un normal cauce judicial, quiere LAN resolverlo de una patada en la canilla. El gerente de recursos institucionales de la empresa Chilena amenazó ayer “con dejar sin pasajes aéreos” a todos los clubes peruanos si la “U” se atreve a desafiarlos. “Allí veremos cómo es que llegan a sus partidos”, añadió el patán de la estrella.
Y mientras eso ocurre, el doctor García, aconsejado por Velásquez Quesquén, (a) “Teníanos”, y por Alfredo M., (a) “Tenemos”, se va a Chile a sacarse la foto, a dicharachearle a “El Mercurio” y a desacreditar a la congoja.
¿Nadie le ha dicho que la sobriedad es una virtud y la pertinencia un mérito?
No. García no tiene consejeros. Sólo tiene sirvientes y amigos de lo ajeno.
Más huachafo que nunca, más sometido que nunca, más teatral que nunca, Alan García vuela a Chile, con autorización del Congreso del Perú, “para supervisar –según afirma la agencia oficial Andina- la entrega de la ayuda humanitaria enviada por el Perú”.
¿Supervisar la entrega de la ayuda humanitaria? ¿Para eso se necesita a un presidente de la república? ¿Es que García sospecha que la ayuda peruana pueda ser derivada a otras manos, como sucedió en Pisco con las donaciones extranjeras y, especialmente, con los 800,000 dólares aportados por el sindicato magisterial mexicano?
Más allá del insulto implícito en esa posible sospecha, García cree haber encontrado la ocasión perfecta para demostrar qué lazos de corazón y qué intereses cuantiosos lo ligan a Chile. Lo que no sabe es que los presidentes no hacen cosas como esta ni son del todo bienvenidos a la hora en que ha habido que balear a algunos de los cientos de saqueadores e imponer el orden, en Concepción, con cinco mil efectivos del ejército “autorizados a tirar a matar”.
Y justo en el momento en que Chile muestra su cara menos agradable, su tercermundismo caché, sus desigualdades maquilladas, sus vicios ocultos y su capacidad de ser brutal a la hora de exigirle a los pobres que esperen, justo, en ese momento, el inoportuno doctor García que padecemos hace maniobras para aterrizar en Santiago y salir en la foto de la catástrofe, a ver si le quita unos minutos de protagonismo a Hillary Clinton.
Bueno, no tengo duda de que la señora Bachelet será protocolar y bien educada y recibirá a García unos minutos (aunque para sus adentros reniegue de un metiche sentimental y de un oportunista lacrimógeno de tal calibre).
¿Es que Joselo, el Canciller de Cobre, no puede decirle a García que hay cosas que no se hacen?
No, no puede. Tiembla Joselo si tiene que decirle a García algo que le vaya a disgustar.
Mientras tanto, como si nada hubiera sucedido, LAN, la empresa del electo presidente de Chile (y ahora también de sus testaferros provisorios), amenaza al club peruano “Universitario de Deportes” con represalias severísimas si es que la “U” luce hoy, en su encuentro con Sporting Cristal, el logotipo de “Star Perú”.
“Star Perú” ha cerrado un trato con la “U”. Ese trato, sin embargo, contraría un contrato global firmado entre LAN y la apestosa “Asociación de Fútbol”, esa mafia que, usurpando intereses individuales, se ha comprometido a que ningún equipo de fútbol peruano luzca otro logo aéreo que no sea el de LAN.
La empresa peruana “Star Perú” es diminuta y su participación en el mercado, a partir de una flota rala, es marginal. Pero la Chilena LAN, con terremoto y todo, nos quiere imponer su virtual monopolio “por la razón o por la fuerza”.
Los directivos de la Asociación, que firman sobre cualquier línea punteada que huela a dinero, han hecho causa común con LAN y han amenazado a la “U” con suspender el torneo si “el contrato marco” no se respeta.
El problema, que podría tener un normal cauce judicial, quiere LAN resolverlo de una patada en la canilla. El gerente de recursos institucionales de la empresa Chilena amenazó ayer “con dejar sin pasajes aéreos” a todos los clubes peruanos si la “U” se atreve a desafiarlos. “Allí veremos cómo es que llegan a sus partidos”, añadió el patán de la estrella.
Y mientras eso ocurre, el doctor García, aconsejado por Velásquez Quesquén, (a) “Teníanos”, y por Alfredo M., (a) “Tenemos”, se va a Chile a sacarse la foto, a dicharachearle a “El Mercurio” y a desacreditar a la congoja.
¿Nadie le ha dicho que la sobriedad es una virtud y la pertinencia un mérito?
No. García no tiene consejeros. Sólo tiene sirvientes y amigos de lo ajeno.
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