lunes, 13 de junio de 2011

EL DÍA QUE LA BOLSA CAYÓ: ¿Quiénes entraron a las 11 de la mañana?




Por Humberto Campodónico

El lunes 6 de junio, a pocos minutos de la apertura de la BVL y cuando solo se habían realizado 48 operaciones por un monto de apenas S/. 590,000, el Índice Selectivo ya había bajado 8.7%. Por eso, se suspendió la Rueda de Bolsa hasta las 11 am, en cumplimiento del Reglamento, ya que la caída era mayor al 7%.

Hay que destacar que el promedio normal de operaciones de compra y venta de acciones está en 1,600 a 1,700 al día y que, en valores monetarios, en la BVL se mueven S/. 30 millones diarios. Puede decirse, entonces, que este pánico inicial fue causado por montos pequeños en un número reducido de operaciones.

La cosa cambió completamente cuando la BVL reabrió a las 11 am. En la hora y media siguiente se realizaron 1,599 operaciones por un monto de S/. 60.6 millones (el doble del promedio). En ese lapso, el Índice de la BVL siguió cayendo hasta llegar a 12.5%, lo que significó una pérdida de valor accionario de US$ 10,834 millones.

Queda claro que la compra-venta de acciones fue muy grande. Dice el blog “gato encerrado”: “A pesar de que la rueda no duró más de dos horas, el monto negociado fue alto: S/. 65.1 millones en 1,656 operaciones. Las acciones más negociadas fueron: Volcan B, con S/. 12.1 millones en 218 operaciones; Cerro Verde, con US$ 3 millones en 125 operaciones; Rio Alto Mining (Canadá), con US$ 1.4 millones, 126 operaciones, y los ADRs de Buenaventura, con US$ 1.1 millones en 38 operaciones”. (www.gatoencerrado.net) .

En la bolsa chilena cayeron las acciones de Ripley, Falabella, Parque Arauco y Cencosud. En la BVL, Saga Falabella cayó 15%.
¿Quiénes compraron y quienes vendieron? Dijo el Presidente del Senado de Chile, Guido Girardi: “Nos alegramos sinceramente de la salud que ha demostrado la democracia peruana y repudiamos a los poderes fácticos que operan allá y operan acá, que hicieron bajar tan abruptamente los valores de la bolsa peruana“ (El valor de los ritos democráticos”, 10/06/2011). No es difícil imaginar a quienes se refiere.

En el Perú, Alejandro Pérez Reyes, de la AFP Prima dijo: “La fuerte caída de la bolsa ocurrida ayer se explica por la participación del sector retail (comercio), personas naturales que vendieron sus acciones, y no tanto por la participación de inversionistas institucionales. En realidad en este momento las AFP están al margen de las negociaciones en la BVL, al menos en el caso de AFP Prima” (07/06/2011).

Queda claro que la AFP Prima quiere alejar los reflectores para que no se piense que son los malos de la película. Recordemos que las AFP no pierden nada cuando baja el valor de las acciones, ya que sus ganancias provienen de las comisiones que cobran a los futuros pensionistas. Ellos podrían, perfectamente, haber formado parte de aquellos que “recogieron” a precios de regalo, porque no se puede creer –y tampoco es posible– que los S/. 60 millones que se movieron ese día vinieron de ciudadanos comunes y corrientes que tienen de sus ahorros en la BVL. Así, hay cosas que parecieran no tener explicación: si las operaciones de compra-venta son el doble del promedio, lo lógico sería pensar que la Bolsa suba y no que baje. ¿Qué pasó entonces para que haya habido tanta compra-venta en tan poco tiempo y a precios tan bajos?

La cuestión es que cualquiera de las afirmaciones, o de las preguntas, no van a poder ser corroboradas por estadísticas concretas, algo que sí se podía hacer antes. Ahora ya no porque la Resolución 097 de la CONASEV (06/10/2010) establece que a partir del 1 de enero del 2011 “las operaciones al contado bajo la modalidad de negociación continua son anónimas”.

Volviendo, entonces al principio, ¿quiénes entraron a las 11 de la mañana para provocar el pánico y chantajear al nuevo gobierno para que nombre ministros favorables a sus intereses? Para nosotros, la respuesta está mucho más cerca de lo que piensa Girardi de lo que dice AFP Prima. Y ustedes, ¿qué piensan?

Conchín de Huántar: Alan García indultaría a Fujimori antes del 28 de julio



Por Augusto Álvarez Rodrich
alvarezrodrich@larepublica.com.pe

Está en marcha un operativo para indultar a Alberto Fujimori antes de que Alan García deje la Presidencia, el cual será la cereza de la torta del pacto aprofujimorista ejecutado durante este lustro y cuyo monumento conmemorativo es, precisamente, el ‘penal’ de la Diroes.

Varios indicios apuntan a ese desenlace. El último pasó desapercibido el viernes 3 de junio, a solo dos días de la elección, cuando la premier Rosario Fernández publicó la RM Nº 0105-2011-JUS con un relevo en la presidencia de la crucial Comisión de Gracias Presidenciales que debería recomendar el indulto de Alberto Fujimori, designando ahí a Fernanda Ayasta Nassif.

El plan inicial del gobierno era, como lo esbocé hace unos meses en esta columna, que García indultaría a Alberto Fujimori luego del triunfo de su hija, como pago por el pacto aprofujimorista de este quinquenio, incluyendo el apoyo camuflado a dicha candidatura, a cambio de lo cual el actual presidente obtendría protección durante del gobierno siguiente.

Dicho objetivo no se detuvo por el ‘contratiempo’ de la derrota de Fuerza 2011, empezando por la declaración de Alan García de que corresponde el indulto “si es por razones humanitarias, me parece bien; razones humanitarias es cuando una persona está padeciendo una terrible enfermedad, y el sentido humanitario es ponerlo en su casa y hacer que convalezca”.

Coincidentemente, Alberto Fujimori fue trasladado de la Diroes al INEN, lo cual fue filmado y entregado a la prensa para su difusión, junto con la declaración de su médico y congresista, Alejandro Aguinaga, de que su situación “está complicada”.
Coincidentemente también, como globo de ensayo, el congresista aprista José Vargas planteó que “el presidente García podría darle un indulto (a Fujimori), pues la dignidad de la persona humana está por encima de toda consideración”.

Estos son solo algunos indicios de que el presidente García indultaría a Fujimori antes de irse, con argumentos tan previsibles como la salud del preso, la alta votación de su hija, la necesidad de reconciliación política y el hecho de que nadie podría dudar de que su magnanimidad tenga razones subalternas, pues él fue perseguido por el ex presidente hoy condenado a 25 años por –disculpen la franqueza– dictador, ladrón y asesino. Y como no puede haber indultos por delitos de lesa humanidad, Fujimori sería llevado inmediatamente a Japón, antes de cualquier contramarcha, para recibir atención médica.

Los indultos se justifican, sin duda, por un sentido humanitario. Pero el de Fujimori es un escándalo, pues constituye el pago final a una componenda política que le permitió al Apra gobernar con el apoyo fujimorista a cambio de esta gracia presidencial que se concretaría en breve, y de un trato especial en la Diroes, un ‘penal’ que es el monumento a este pacto indecente