Respecto a las malintencionadas expresiones de Correo contra la Congresista Supa, evidencian un trasfondo político, social y moral, que hacen notar la desesperación que cunde en un sector de la gran burguesía peruana por el control de uno de los poderes del Estado: el legislativo.
Políticamente, el señor Aldo Mariátegui se alinea con el sector más conservador de la burguesía peruana, aquella que añora a la Aristocracia de Piérola, que obtusamente se rehusa a mirar los cambios, el proceso de transformación que se está dando en el planeta; es esa misma forma de concebir las cosas que tiene el padre de Lourdes Flores (recuerden: “el auquénido de Harvard”), es la misma facción de la gran burguesía (ligada a la oligarquía peruana) que hasta ahora le duele el puntillazo que le metió Velasco Alvarado, aquella que a nosotros los electores nos llama “electarados” por que dice que no “aprendemos votar”.
Socialmente es un energúmeno, necesitando su clase marchar hacia una mayor inclusión lo que hace es fomentar la exclusión y son quienes dicen que el poder lo deben tener “los profesionales”, teniendo claro conocimiento que la educación peruana es elitista (él desea que vengan los títulados del extranjero o por lo menos de la UPC). El fondo de todo es buscar los problemas de su clase en las de otra y eso refleja debilidad ideológica.
Moralmente, si se habla de un mundo de valores, de un Estado de Derecho pasando a un Estado Constitucional donde se da mayor preponderancia al carácter axiológico de las normas, menos podría Aldo Mariátegui siendo familiar de José Carlos Mariátegui (quién nos dijo que la tierra de la libertad vendrá en ojotas), planificar y organizar tamaña afrenta contra una de las clases populares más antiguas de nuestro país.
El problema en sí es entender que quienes tienen una lengua materna le es muy difícil aprender otra, sino escuchemos hablar castellano a los estadounidenses o a nosotros mismos hablar inglés (imagínense lo que es escribirlo)
Políticamente, el señor Aldo Mariátegui se alinea con el sector más conservador de la burguesía peruana, aquella que añora a la Aristocracia de Piérola, que obtusamente se rehusa a mirar los cambios, el proceso de transformación que se está dando en el planeta; es esa misma forma de concebir las cosas que tiene el padre de Lourdes Flores (recuerden: “el auquénido de Harvard”), es la misma facción de la gran burguesía (ligada a la oligarquía peruana) que hasta ahora le duele el puntillazo que le metió Velasco Alvarado, aquella que a nosotros los electores nos llama “electarados” por que dice que no “aprendemos votar”.
Socialmente es un energúmeno, necesitando su clase marchar hacia una mayor inclusión lo que hace es fomentar la exclusión y son quienes dicen que el poder lo deben tener “los profesionales”, teniendo claro conocimiento que la educación peruana es elitista (él desea que vengan los títulados del extranjero o por lo menos de la UPC). El fondo de todo es buscar los problemas de su clase en las de otra y eso refleja debilidad ideológica.
Moralmente, si se habla de un mundo de valores, de un Estado de Derecho pasando a un Estado Constitucional donde se da mayor preponderancia al carácter axiológico de las normas, menos podría Aldo Mariátegui siendo familiar de José Carlos Mariátegui (quién nos dijo que la tierra de la libertad vendrá en ojotas), planificar y organizar tamaña afrenta contra una de las clases populares más antiguas de nuestro país.
El problema en sí es entender que quienes tienen una lengua materna le es muy difícil aprender otra, sino escuchemos hablar castellano a los estadounidenses o a nosotros mismos hablar inglés (imagínense lo que es escribirlo)
A continuación el Pronunciamiento de los Profesores de Linguística de la PUCP