jueves, 26 de agosto de 2010

La nueva realidad del Cáucaso del Sur


Dos años atrás se produjo un suceso que cambió el mapa político del mundo. Rusia reconoció la independencia de Abjasia y Osetia del Sur. Estas repúblicas defendían su soberanía ante los atentados de Georgia desde el derrumbe de la Unión Soviética a principios de la década de los 90.

El reconocimiento tuvo lugar el 26 de agosto de 2008 - dos semanas después del fallido intento de Georgia de ocupar Osetia del Sur. El ejército georgiano, entrenado y equipado con la asistencia de las potencias occidentales, lanzó un masivo ataque de artillería contra Tsjinvali, la capital de Osetia del Sur, atacó las posiciones de las fuerzas rusas de paz que se encontraban allí por mandato de la ONU. Los soldados georgianos irrumpieron en la ciudad y emprendieron el aniquilamiento metódico de la población civil suroseta. Y sólo la injerencia de Rusia permitió evitar el genocidio del pueblo suroseta y detener el derramamiento de sangre.

La operación relámpago rusa de imposición de la paz a Georgia permitió salvar la vida de miles de civiles. Las tropas georgianas se dieron a la fuga acosadas por el pánico, abandonando las armas e importantes documentos secretos. Entre estos últimos había un plan detallado de ocupación de Abjasia, que hacía casi dos décadas que de hecho existía como Estado independiente. El régimen de Saakashvili tenía planeado atacar Abjasia inmediatamente después de la ocupación de Osetia del Sur. Cabe remarcar que a principios de los años 90 Abjasia ya había rechazado una irrupción de las tropas georgianas.

La agresión georgiana hizo imposible la convivencia de esos tres pueblos. La dirigencia rusa, que a lo largo de casi dos décadas proponía a las partes en conflicto entablar un diálogo pacífico, se vio obligada a tomar una resolución nada fácil: reconocer la independencia de Abjasia y de Osetia del Sur. A partir del 26 de agosto de 2008 esas repúblicas empezaron a transitar un camino independiente en la arena internacional. El director general del Centro de Estudios del Espacio Postsoviético, Alexéi Vlásov, dice:

Pienso que es tempano para hacer un balance. Desde el punto de vista histórico dos años son una magnitud insignificante. No obstante, todo proceso tiene su principio. Y nosotros fuimos testigos de un fenómeno, a mi juicio, trascendente para todo el espacio postsoviético como lo es la aparición en el mapa político de dos nuevos Estados independientes.

Los sucesos de agosto de 2008 formaron una nueva realidad en el Cáucaso del Sur. El reconocimiento por Rusia, y después por algunos otros Estados, entre ellos Nicaragua, de la independencia de Abjasia y Osetia del Sur garantiza la estabilidad en la región. "Cada día estoy más convencido de que la resolución que hemos tomado ha sido correcta" -manifestó ayer el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega

No hay comentarios: