Por: Graciela Mrad
BBC Mundo
La noticia de la nominación de la multipremiada La teta asustada al Oscar en la categoría de mejor película en lengua extranjera le resultó "inimaginable" a su realizadora, la peruana Claudia Llosa. Tan inimaginable como la historia que relata: la de una mujer que adolece de una enfermedad que se transmite a través de la leche de su madre violada.
Llosa dice que La teta asustada ya le había dado tantas alegrías, "que pedirle más es como jugar con fuego".
Filmada en Manchay, una de las zonas más pobres de Lima, en poco tiempo "La teta" recibió galardones internacionales, como el Premio de la Crítica y el Oso de Oro en Berlín, a mejor película y mejor actriz (Magaly Solier) en el Festival de Guadalajara y ganadora en los festivales de cine de Bogotá y de La Habana.
Según Llosa le explica a BBC Mundo desde su residencia en Barcelona, España, la teta asustada es una enfermedad que existe en el imaginario colectivo de los pobladores quechuas de los Andes, cuyo mito se propagó "en la guerra contra el terrorismo de los años 80", cuando muchas mujeres fueron violadas.
"En Perú se entiende como una enfermedad psicológica, recuerda mucho a la depresión. Curiosamente, los médicos y psiquiatras concuerdan en que la manera de tratarla es a través del propio imaginario andino, con lo cual hay una cierta paradoja", explica Llosa, directora y guionista del filme.
Sueño latinoamericano
La directora opina que el hecho de que la argentina El secreto de sus ojos también haya sido nominada "evidencia la mirada que se le está dando a Latinoamérica", que "tiene un trabajo extraordinario, hay muchísimas películas que recorren los festivales con muy buenos premios, hay mucha coproducción, que demuestra que hay mucho que contar y yo creo que el mundo está dispuesto a escuchar.
"Yo estoy segura de que es como un efecto mariposa, que atrae a otros, que jala, que hace que se evidencie que el sueño se puede cumplir y que es accesible".
Llosa explica que esta tendencia positiva se debe a la coproducción, en su caso con España, y a la suma de fuerzas y de conocimientos.
Sin embargo, niega que el "fenómeno" del cine latinoamericano se deba a una cuestión de menores costos de producción.
"En una película de ese tipo, si no hay interés, no se hace, porque hay que luchar tanto por ella, hay que arriesgar tanto por ella, que no hay manera que sea solamente por costos".
Hilo conductor
La enfermedad de la teta asustada es el punto de partida de la película.
"Vas a ver el recorrido de una joven que tiene esta enfermedad, es un viaje muy personal que la lleva a enfrentar sus miedos, a recuperar su autoestima".
Llosa indica que la teta asustada es considerada una enfermedad por los pueblos de los Andes, que la viven como real, y esa es la forma en que ella la trabaja en su película.
Si bien esta enfermedad se popularizó en los '80, relata Llosa, aparentemente existían algunos casos pero eran más espaciados. "Pero el conflicto violento fue tan fuerte, arrasó con tanta gente, que de alguna manera los casos fueron mucho mas visibles, se evidenciaron y se repitieron".
La realizadora eligió a Magaly Solier para protagonizar la película porque "sabía que Magaly podía contener el fuego interno de Fausta (personaje principal). Su madre es violada y ella recibe las canciones con la cual la madre le cuenta lo ocurrido y ella tiene un miedo a la vida en general, no le permite moverse, la tiene como paralizada".
Por eso, el objetivo de la película es "cuestionar si es efectivamente posible una sanación y si es posible realmente recuperar la autoestima de un pueblo, la autoestima de un individuo que ha sufrido tantos azotes, que ha sido tan maltratado".
Reacción en Perú
El colaborador de BBC Mundo en Lima, Javier Lizarzaburu, indica que la reacción en Perú fue de una algarabía generalizada, porque, a pesar de que la película había acostumbrado a los peruanos a ganar premios, "ser finalista para los Oscar sobrepasó toda expectativa".
Además, destaca que "La teta", además de ser una buena película, ha sido una liberadora del lenguaje.
"Atrás quedó el pudor de algunos para usar la palabra y es en las redes sociales donde quizás se siente con qué orgullo la gente se ha apropiado de ella. La periodista Paola Ugaz escribió en su página de Facebook: 'En Perú, todos estamos locos de felicidad por la teta'".
En una página de internet de cultura urbana: lamula.com, aparecía: "¿Quién iba a imaginar que desde este país humilde y cutrero saldría una película ganadora del Oso de Oro, los Festivales de Guadalajara, La Habana y Bogotá? ¿Quién iba a imaginar que íbamos a ser nominados al Oscar?".
De alguna manera, y para muchos peruanos, "La teta" triunfó, asegura Lizarzaburu
BBC Mundo
La noticia de la nominación de la multipremiada La teta asustada al Oscar en la categoría de mejor película en lengua extranjera le resultó "inimaginable" a su realizadora, la peruana Claudia Llosa. Tan inimaginable como la historia que relata: la de una mujer que adolece de una enfermedad que se transmite a través de la leche de su madre violada.
Llosa dice que La teta asustada ya le había dado tantas alegrías, "que pedirle más es como jugar con fuego".
Filmada en Manchay, una de las zonas más pobres de Lima, en poco tiempo "La teta" recibió galardones internacionales, como el Premio de la Crítica y el Oso de Oro en Berlín, a mejor película y mejor actriz (Magaly Solier) en el Festival de Guadalajara y ganadora en los festivales de cine de Bogotá y de La Habana.
Según Llosa le explica a BBC Mundo desde su residencia en Barcelona, España, la teta asustada es una enfermedad que existe en el imaginario colectivo de los pobladores quechuas de los Andes, cuyo mito se propagó "en la guerra contra el terrorismo de los años 80", cuando muchas mujeres fueron violadas.
"En Perú se entiende como una enfermedad psicológica, recuerda mucho a la depresión. Curiosamente, los médicos y psiquiatras concuerdan en que la manera de tratarla es a través del propio imaginario andino, con lo cual hay una cierta paradoja", explica Llosa, directora y guionista del filme.
Sueño latinoamericano
La directora opina que el hecho de que la argentina El secreto de sus ojos también haya sido nominada "evidencia la mirada que se le está dando a Latinoamérica", que "tiene un trabajo extraordinario, hay muchísimas películas que recorren los festivales con muy buenos premios, hay mucha coproducción, que demuestra que hay mucho que contar y yo creo que el mundo está dispuesto a escuchar.
"Yo estoy segura de que es como un efecto mariposa, que atrae a otros, que jala, que hace que se evidencie que el sueño se puede cumplir y que es accesible".
Llosa explica que esta tendencia positiva se debe a la coproducción, en su caso con España, y a la suma de fuerzas y de conocimientos.
Sin embargo, niega que el "fenómeno" del cine latinoamericano se deba a una cuestión de menores costos de producción.
"En una película de ese tipo, si no hay interés, no se hace, porque hay que luchar tanto por ella, hay que arriesgar tanto por ella, que no hay manera que sea solamente por costos".
Hilo conductor
La enfermedad de la teta asustada es el punto de partida de la película.
"Vas a ver el recorrido de una joven que tiene esta enfermedad, es un viaje muy personal que la lleva a enfrentar sus miedos, a recuperar su autoestima".
Llosa indica que la teta asustada es considerada una enfermedad por los pueblos de los Andes, que la viven como real, y esa es la forma en que ella la trabaja en su película.
Si bien esta enfermedad se popularizó en los '80, relata Llosa, aparentemente existían algunos casos pero eran más espaciados. "Pero el conflicto violento fue tan fuerte, arrasó con tanta gente, que de alguna manera los casos fueron mucho mas visibles, se evidenciaron y se repitieron".
La realizadora eligió a Magaly Solier para protagonizar la película porque "sabía que Magaly podía contener el fuego interno de Fausta (personaje principal). Su madre es violada y ella recibe las canciones con la cual la madre le cuenta lo ocurrido y ella tiene un miedo a la vida en general, no le permite moverse, la tiene como paralizada".
Por eso, el objetivo de la película es "cuestionar si es efectivamente posible una sanación y si es posible realmente recuperar la autoestima de un pueblo, la autoestima de un individuo que ha sufrido tantos azotes, que ha sido tan maltratado".
Reacción en Perú
El colaborador de BBC Mundo en Lima, Javier Lizarzaburu, indica que la reacción en Perú fue de una algarabía generalizada, porque, a pesar de que la película había acostumbrado a los peruanos a ganar premios, "ser finalista para los Oscar sobrepasó toda expectativa".
Además, destaca que "La teta", además de ser una buena película, ha sido una liberadora del lenguaje.
"Atrás quedó el pudor de algunos para usar la palabra y es en las redes sociales donde quizás se siente con qué orgullo la gente se ha apropiado de ella. La periodista Paola Ugaz escribió en su página de Facebook: 'En Perú, todos estamos locos de felicidad por la teta'".
En una página de internet de cultura urbana: lamula.com, aparecía: "¿Quién iba a imaginar que desde este país humilde y cutrero saldría una película ganadora del Oso de Oro, los Festivales de Guadalajara, La Habana y Bogotá? ¿Quién iba a imaginar que íbamos a ser nominados al Oscar?".
De alguna manera, y para muchos peruanos, "La teta" triunfó, asegura Lizarzaburu
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