Por PEDRO FRANCKE
Mohamed Yunus pasó raudamente ayer por Lima.
Yunus recibió el Premio Nobel de la Paz por su aporte a la lucha contra la pobreza. ¿Qué tiene que ver la pobreza con la paz? ¿Ha habido en este caso una gran equivocación? No, claro que no: el primer fundamento de la paz es la justicia social y no las balas. Yunus tiene bien merecido su Premio.
Yunus es conocido como el inventor de las microfinanzas. En su Bangladesh natal creó el Grameen Bank para dar crédito a los pobres, de tal manera que éstos puedan mejorar sus comercios, producciones agropecuarias, artesanías, etc. Su innovación consistió en otorgar créditos no de manera individual sino a grupos solidarios en los que las personas se avalan unas a otras. Es decir, si uno no paga, los demás deben hacerlo. De esa manera se logra reducir la morosidad, permitiendo así que el sistema de financiamiento sea sostenible y vaya llegando a cada vez más personas.
En el caso del crédito a los pobres, el “libre mercado” había fracasado completamente. Los bancos no le daban préstamos a los pobres, porque asegurar el repago de los préstamos era difícil y los costos muy altos. Pero al negarles el crédito a los más necesitados se frenan sus posibilidades de progreso económico. Por eso era absurdo seguir con esa fe ciega en el mercado, había que buscar una alternativa.
Es ante esa situación que Yunus desarrolla esta alternativa de grupos solidarios, que se basa en los vínculos comunitarios, muy distante de la ideología neoliberal que considera como lo único importante al individuo que persigue sus propios intereses. Ha sido justamente el confiar en la organización social, en las comunidades, lo que ha permitido el éxito de esta alternativa revolucionaria de Mohamed Yunus.
En nuestro país ha habido en la última década un gran crecimiento de las microfinanzas, operando con fuerte base en el esquema comunitarista de Yunus. Pero hay otro elemento en el desarrollo de las microfinanzas en el Perú que contradice la ideología neoliberal. Resulta que entre las empresas más importantes en el campo de las microfinanzas están las Cajas Municipales, que no son empresas privadas sino empresas públicas, de propiedad del Estado, aunque no dependen del gobierno central sino de los gobiernos locales.
La propuesta de Yunus es una propuesta innovadora, que se basa en los lazos comunitarios para corregir lo que el libre mercado y el individualismo no logra. Se orienta a promover el progreso económico de los que tienen menos emparejando así la enorme desigualdad existente. Merece por eso, sin reservas, el apoyo de una izquierda renovadora y social. No es de extrañar, por eso, que el plan de gobierno para Lima de Susana Villarán plantee incrementar el crédito a las pequeñas y microempresas desde la Caja de Lima Metropolitana.
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