El Gobierno socialista ha tenido la primera respuesta de CCOO y UGT 24 horas después de anunciar su plan de ajuste presupuestario: el 2 de junio los funcionarios españoles están llamados a la huelga. La paz social entre Gobierno y sindicatos pende de un hilo, pero de momento no habrá huelga general.
Los sindicatos mayoritarios en España, UGT y CCOO, ya han dado su primera respuesta a los recortes presupuestarios anunciados el martes por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero: el 2 de junio habrá un paro general en el sector público español.
El paro ha sido convocado por UGT, pero CCOO ha anunciado que respaldará la iniciativa. Los funcionarios han sido uno de los colectivos más perjudicados por la revisión del plan de austeridad del Ejecutivo español, ya que verán rebajados sus salarios en un 5% dentro del paquete de medidas que tienen como objeto reducir el déficit del 11% que luce en las cuentas públicas de España.
La reunión mantenida el jueves entre Zapatero y los líderes sindicales, Candido Méndez (UGT) e Ignacio Fernández Toxo (CCOO), no ha servido para convencerles de la necesidad de las medidas aplicadas, algo que puede suponer un punto de inflexión en las excelentes relaciones mantenidas hasta ahora entre el Ejecutivo socialdemócrata y los representantes de los trabajadores. Al término del encuentro han mostrado su pesimismo ante el giro de la política del Gobierno, pero han medido sus palabras: no descartan “ningún escenario”, pero han eludido hablar de una huelga general. Sin embargo, lo que no ha logrado una tasa de desempleo que roza el 20% de la población activa, lo ha conseguido el plan anunciado. La fina cuerda de la paz social ha comenzado a romperse.
El viernes se reunirán los órganos ejecutivos de ambos sindicatos para valorar el encuentro con el presidente, pero algo parece claro: “Se ha producido un cambio de relaciones con el Gobierno”, ha confirmado Méndez. Y es que las medidas del Gobierno han sentado como un jarro de agua fría en los sindicatos. Además de la primera bajada de sueldos de los funcionarios en la historia de la democracia española, las autoridades del país tienen previsto recortar en un 40% la inversión en infraestructuras, han congelado la nómina de las pensiones por jubilación, han ajustado en un 8% el presupuesto de las comunidades autónomas y han retirado ayudas sociales como la destinada a la natalidad, el llamado cheque bebé.
Toxo ha sido más duro aún al valorar “la gravedad” de la situación y se ha mostrado críptico ante las posibles medidas que puede tomar CCOO. No obstante descarta por el momento la huelga general. "Hubiera sido muy irresponsable por nuestra parte habernos echado por la vía del medio a una convocatoria de una huelga general con eso de cubrir el expediente", afirmó Toxo. La visión de los sindicatos es que un paro general cooperaría aún más al deterioro de la situación económica y favorecería “a los sectores que más interesados están en que esto suceda”.
(Radio Francia Internacional)
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